Mi viaje de médico a empresario
Como estudiante de último año de la facultad de medicina, me di cuenta de que era poco probable que la práctica médica satisficiera las necesidades de mi mente creativa. Sin embargo, la constatación de que la práctica médica tampoco podría aportarme realización profesional llegó gradualmente al cabo de un año de práctica. En ese momento supe que tenía que crear algo valioso para conseguir una sensación de plenitud. Me enfrenté a la agotadora experiencia de volver a estudiar un MBA. Al contrario de lo que se cree, esta experiencia en la escuela de negocios fue realmente valiosa para mí en cuanto a la adquisición de los conceptos básicos de los negocios.
Mi naturaleza y perspectiva básicas siempre se inclinaron hacia el espíritu empresarial.
No sabíamos en qué se convertiría esta idea cuando la pusimos en marcha. Y a base de iterar y reiterar, finalmente dimos con un MVP: lo llamamos DIKY (Do I Know You). Se trata, en esencia, de un potente y sólido motor de percepción que obtiene la personalidad de uno a partir de sus compañeros. No se trata sólo de una gran herramienta de retroalimentación para el desarrollo personal, sino también de una gran manera de hacer más seguro el mundo en línea cuando los extraños interactúan y realizan transacciones entre sí.
En todo este viaje, mi formación básica en medicina y la práctica clínica me sirvieron de gran ayuda. Cuando pienso en ello, puedo ver algunos paralelismos claros entre las dos vidas distintas en más de un departamento. Permítanme citar algunos ejemplos:
- El espíritu empresarial consiste en identificar una oportunidad de negocio >> investigar >> construir una hipótesis >> experimentar >> aplicar lo aprendido – algo que los médicos hacen cada día con sus pacientes en forma de anamnesis (identificación de la oportunidad) >> examen físico (investigación) >> investigaciones de laboratorio (experimentación y construcción de hipótesis de negocio) >> diagnóstico y tratamiento (aplicación de lo aprendido)
- Un fundador tiene que lidiar constantemente con la incertidumbre. La mayoría de las veces, los médicos toman sus decisiones clínicas con información incompleta y pruebas confusas. El mismo conjunto de síntomas apunta a más de 3 diagnósticos diferentes para un paciente y un médico toma las decisiones de tratamiento en situaciones tan inciertas.
- Los médicos están entrenados para fracasar rápidamente. Cuando una determinada modalidad de tratamiento no funciona, pasamos inmediatamente a un nuevo módulo o, si es necesario, incluso a la cirugía. Esta es una habilidad muy valiosa para un empresario de la nueva era, donde el entorno empresarial cambia rápidamente y la adaptabilidad es la clave.
- Los médicos están capacitados para identificar patrones. La toma de decisiones, ya sea en medicina interna, patología, radiología o cualquier otra especialidad, se basa en gran medida en el reconocimiento de patrones y en el comportamiento del paciente ante los estímulos del entorno. Reconocer los patrones de uso y analizar el comportamiento de los usuarios es una habilidad crítica que todo empresario de éxito posee.
- Hay muchas otras habilidades que son extremadamente comunes entre los dos, como la capacidad de escucha, la observación de los signos y síntomas sutiles, ponerse en los zapatos del paciente para evaluar su composición psicológica, y la lista continúa.
Yo diría que, por muy estrecho que sea tu campo de estudio o por muy específicas que sean las habilidades que hayas adquirido, los principios rectores básicos siguen siendo los mismos para cualquier cosa que quieras hacer en tu vida. Siempre hay algunos aprendizajes clave que puedes aplicar en cualquier lugar. Todo lo que tienes que hacer es conectar esos caminos paralelos que no se cruzan con numerosos caminos de conexión y te sorprenderá lo emocionante que será para ti aprender cualquier cosa en este mundo.