Antes de invertir en una startup: Obtenga las respuestas a estas preguntas de los fundadores
A veces, aparece una oportunidad de inversión que parece absolutamente imperdible. Todo parece estar en su sitio: hay una clara demanda del producto o servicio, nadie ofrece nada parecido y hay muchas posibilidades de que crezca. En resumen, parece la empresa emergente en la que siempre has querido invertir, y cuando hablas con tus amigos sobre ella, ellos piensan lo mismo y te instan a dar el paso.
Pero aguante un momento. No es una buena idea precipitarse en un compromiso de inversión, aunque te guste la idea subyacente. De hecho, es precisamente cuando más hay que estar atento. Es demasiado fácil aceptar invertir en una empresa emergente porque parece fantástica sobre el papel. Lo único que se busca son problemas e incluso un posible desastre.
Para evitar ese destino, hay que dirigir unas cuantas preguntas afiladas a cualquier empresario que pretenda hacerse con tu dinero:
¿Qué quieres de esto?
Esta es una pregunta que deberías hacer a la gente siempre: si no tienen clara su motivación, es una gran señal de advertencia roja y parpadeante. Lo mismo se aplica si no están totalmente comprometidos con el proyecto: las empresas de nueva creación que convierten sus ideas en rendimientos continuos y sólidos suelen ser las dirigidas por personas que realmente aman lo que hacen. Es cierto que no se puede triunfar en los negocios sólo con pasión, pero también es muy difícil gestionar sin ella.
Asegúrate de que este proyecto es algo más que un simple beneficio a corto plazo.
¿Puede darme cifras concretas?
No te contengas a la hora de pedir detalles sobre cómo se financiará su plan de negocio; al fin y al cabo, es tu dinero el que esperan recibir. Pregunte a los empresarios cómo piensan superar la fase de crecimiento inicial y alcanzar el éxito financiero a largo plazo. Pídeles también detalles sobre la cantidad de dinero propio que han invertido. Si no se arriesgan con su propio dinero, hay que preguntarse si están realmente comprometidos.
Recuerde que usted es la persona que necesita un retorno de su inversión; ellos son la persona que necesita saber cómo entregarlo.
¿Qué podría salir mal y cómo lo arreglaría?
En los negocios no existen las garantías de hierro fundido, así que desconfíe de los empresarios que no han pensado en la posibilidad de que las cosas salgan mal. Las personas que están detrás de las empresas de éxito no pretenden que los riesgos no existan: los identifican y buscan la forma de superarlos.
Contar con un equipo experimentado que le respalde es realmente importante, ya que las personas que han pasado por todo esto antes, probablemente sean más realistas sobre los desafíos que se avecinan. Y no aceptes como respuesta «no hay plan B», nunca. Siempre debe haber un plan B.
¿Quién está contigo?
Por mucha voluntad y lucidez que tenga un empresario, no es Superman y no puede hacerlo todo solo. Eso significa que la capacidad de crear el equipo adecuado a su alrededor es absolutamente crucial: personas que sepan lo que hacen, sean totalmente fiables y tengan un historial que lo demuestre.
Un equipo que funcione como una máquina bien engrasada vale su peso en oro, desde la identificación de las ventajas sobre los competidores de la nueva empresa hasta la explicación a otros posibles inversores de por qué ésta es la empresa que les conviene.