Dirigirse a sí mismo
Dirigir una pequeña empresa es difícil. Quiero decir realmente difícil. Tanto si eres el único empleado como si tienes unas cuantas personas ayudándote, el proceso es difícil. Piensa en todas las actividades diarias de las que hay que ocuparse, y básicamente eres el único que las realiza. Al fin y al cabo, tu empresa no es más que una versión reducida de una de las 500 mayores, ¿no? Vale, quizá no sea exactamente lo mismo, pero los procedimientos como los recursos humanos, la contabilidad, las ventas y el desarrollo empresarial existen en todas las empresas. Este hecho hace evidente la necesidad de ser tu propio líder en tu pequeña empresa.
La mayoría de la gente está terriblemente equivocada cuando piensa en lo que significa liderarse a sí misma. Pero no te preocupes, estoy aquí para ayudarte.
1. No marque el reloj
Está en la naturaleza humana salir del trabajo e ir a casa a ver la televisión y relajarse. Tal vez algunas personas van al gimnasio después, de cualquier manera, apagamos el lado de trabajo de nuestro cerebro. Cuando eres el líder de una pequeña empresa, y necesitas liderarte a ti mismo, no puedes apagar completamente ese lado. Obviamente, no estoy diciendo que seas un adicto al trabajo y nunca te relajes… eso sería una tontería. Lo que digo es que, como no tienes ayuda, es posible que tengas que pensar un poco más.
El área que más me preocupa es el desarrollo del negocio. Dado que durante la semana estás ocupado con la gestión del negocio, tienes que pensar en formas de expandir tu empresa en el tiempo libre. Una o dos horas de trabajo los fines de semana son suficientes y pueden hacer maravillas para el crecimiento.
2. ¿Realmente sabes lo que es mejor?
Creo que uno de los principales escollos de los propietarios de pequeñas empresas es que no pueden permitirse el lujo de que alguien cuestione lo que hacen. ¿Alguna vez has pensado que sabías algo (es decir, que habías apostado los ahorros de tu vida por ello) y luego has descubierto que estaba equivocado? Estoy seguro de que todo el mundo ha experimentado esto en algún momento de su vida, y no se siente bien. Sin embargo, el resultado final te hace mejorar. Es beneficioso para ti tener a otra persona que te mantenga alerta.
Las ideas casi siempre pueden mejorarse y, desde luego, deben cuestionarse. Así que un componente clave para liderarse a sí mismo es aprender a cuestionarse. Piensa en lo que podría sugerir una fuente externa y aprende de ese proceso de pensamiento. P.D., una vez que hayas dado ese paso atrás para analizar una situación, no deberías cuestionarte más. La confianza es enorme.
3. Ponte a prueba
A veces, cuando no tienes a nadie que controle tu trabajo, tienes que asegurarte de desafiarte a ti mismo. Todos tenemos tendencia a caer en un ritmo, lo que puede ser bueno. Un ritmo nunca ha hecho daño a nadie cuando es nuevo. Es cuando hay un camino claro para mejorar y no se puede salir del surco. Por eso es importante estar al tanto de tus actividades y esforzarte más.
Los grandes líderes tienen un par de cosas en común. Escuchan a los demás, saben cuándo se equivocan y tienen las agallas de salirse del camino para mejorar las ideas. Lo difícil de ser tu propio líder es dar un paso atrás y obligarte a pensar fuera de la caja de tu propia cabeza. Si consigues averiguar cómo liderarte a ti mismo, tu pequeña empresa cosechará algunas recompensas.