Convertirse en jefe no significa quemar los puentes: Trabajar con antiguos compañeros cuando se consigue un ascenso
«¡Si yo estuviera al mando, las cosas serían diferentes por aquí!»
¿Cuántas veces has pronunciado esas palabras en el trabajo? Casi todo el mundo sueña con ser el jefe y dirigir su departamento como mejor le parezca, y a veces, con trabajo y compromiso, se consigue el ascenso.
Sin embargo, junto con la nueva oficina de lujo y el considerable aumento de sueldo, adquieres un nuevo nivel de responsabilidad y, si ahora estás a cargo de tus antiguos compañeros de trabajo, la posibilidad de sufrir algunos dolores de cabeza personales. Cuando de repente te conviertes en el jefe, es muy probable que te enfrentes al resentimiento, la envidia e incluso la ira de las personas con las que solías trabajar. Sin embargo, puedes evitar algunos de esos problemas si tomas medidas para gestionar tus relaciones desde el principio.
Comunicar con eficacia
La comunicación eficaz con tus nuevos subordinados comienza con el anuncio de tu nuevo cargo. Siempre es mejor que tus compañeros se enteren de la noticia de tu ascenso por otra fuente, como el jefe de departamento para darte la credibilidad necesaria. Él o ella debe dejar claro por qué eres la mejor persona para el puesto, compartiendo tu formación, logros o cualificaciones únicas para que el resto de la plantilla no sospeche que ha habido favoritismo en tu ascenso.
Una vez que se incorpore a su nueva función, es importante abrir las líneas de comunicación con su personal. Deje claro que respeta a su personal y que espera que le respeten. Establecer sus expectativas desde el principio puede contribuir en gran medida a que la transición sea fluida para todos. Comparta su visión del departamento, dejando claro cómo piensa mejorar, y solicite la opinión de sus empleados.
Establecer nuevos límites
Antes de su ascenso, usted era «uno de los chicos», que salía con sus compañeros de trabajo durante los descansos y después del trabajo. Estabas al tanto de todos los cotilleos y puede que compartieras opiniones e información personal.
Convertirse en jefe significa establecer nuevas relaciones con tus compañeros de trabajo y dejar de lado algunas de tus amistades mientras te estableces en tu nuevo papel. Cuando estás en posición de realizar revisiones de rendimiento, conceder aumentos y ascensos e incluso despedir a gente, no suele ser buena idea socializar fuera del trabajo. Puedes ser amable y accesible, pero no participar en chismes o sesiones de desahogo.
Manténgase involucrado con el Departamento
Habrás oído la expresión «no olvides de dónde vienes», y eso es válido cuando te ascienden. Cuando tus antiguos compañeros están desbordados de trabajo, no es el momento de comer con los demás directivos. Arremángate y trabaja con ellos y ayúdales a hacer el trabajo. Demostrarás que sigues formando parte de su equipo.
Dirección de las infracciones
Es posible que algunos de tus antiguos compañeros de trabajo esperen que la relación que mantienen contigo siga siendo la misma después de tu ascenso y traten de aprovecharse de ti. Sin embargo, para mantener el respeto de toda la plantilla, debes mantener las mismas normas para todos y afrontar los problemas con prontitud. Si un miembro del personal llega continuamente tarde o no completa su trabajo, discute el asunto con él o ella y deja claro que su comportamiento no será tolerado. Puede que no sea divertido disciplinar a tus antiguos compañeros de trabajo, pero si no estableces tu autoridad e impones respeto desde el principio, lo más probable es que nunca seas un líder eficaz.
Resista la tentación de hacer cambios a gran escala, por ahora
Como alguien que solía trabajar en el departamento, tiene una perspectiva única sobre lo que funciona bien y lo que hay que arreglar. Sin embargo, debes resistir el impulso de llegar y «limpiar la casa» e intentar arreglar todos los problemas haciendo cambios importantes. Es posible que descubra que al ver las cosas desde la perspectiva de la dirección cambia sus sentimientos sobre ciertos asuntos o que no tiene todas las respuestas. Tómese el tiempo necesario para hablar con sus empleados y obtener su opinión sobre lo que funciona y lo que no, y realice los cambios de forma gradual. Cambiar todo a la vez no suele ser eficaz y puede que empeore las cosas en lugar de mejorarlas.
Conseguir un ascenso es emocionante y debes estar orgulloso de tu logro. No dejes que los problemas con tus antiguos compañeros de trabajo empañen tu nuevo papel de líder, sino que mantén tu conducta profesional y pronto te ganarás su respeto y admiración.