El verdadero ROI es el retorno de la intuición
¡En mi último libro, DO! The Pursuit of Xceptional Execution, entrevisté a empresarios de todo el mundo. Son los líderes de algunas de las marcas y empresas más atractivas del mundo, que tienen entre uno y 3.000 empleados, con volúmenes de negocio de entre 100.000 y 130 millones de dólares. Los llamo los Xcepcionalistas. Proceden de Buenos Aires, Argentina, a Bolonia, Italia; de Des Moines, Iowa, a Galway, Irlanda. Dirigen empresas de aplicaciones, consultorías, clínicas y extensas corporaciones tecnológicas. Todos ellos aprecian el papel crucial que desempeña su intuición en la toma de decisiones.
¿Alguna vez ha conocido a alguien, quizá un proveedor o un posible socio comercial, y su reacción inmediata ha sido negativa? ¿Quizás has tenido un presentimiento sobre un determinado proyecto? Has tenido malas vibraciones pero has desestimado esta información a tu costa.
No estás solo. Basándome en las reacciones del público de todo el mundo, puedo afirmar que muchas personas no están utilizando la herramienta más poderosa de su casillero empresarial: su instinto. Tu intuición es una fuente refinada de conocimiento, una brújula para tu viaje empresarial.
Toda mi vida, mi enfoque – mi brújula – ha sido mi intuición. Es un saber sin el conocimiento, un sentimiento y un instinto. Cuando presto atención a estos impulsos que me guían, siempre me proporcionan claridad en la oscuridad.
Uno de los Xcepcionalistas presentados en Do!, Ben Milne, de Dwolla, dijo: «He tenido muchas ocasiones en las que no fui en contra del argumento lógico que se me puso delante aunque no me pareciera correcto. Y eso me ha costado mucho. Sé que lo de la primera impresión es un poco tópico, pero si tienes un mal presentimiento sobre alguien o sobre un trato, sigue ese presentimiento. De lo contrario, se amplifica con el tiempo. Si lo piensas demasiado y tratas de justificarlo, sólo empeora».
Otro Xceptionalist destacado, Tim Clark, de Business Model You, me dijo: «Tienes que confiar en tu instinto. El reto es que la gente confía cada vez menos en su instinto con todas las herramientas analíticas a su disposición. En mi caso, muchas de mis decisiones más importantes se basaron en mi instinto. Cuando decidí mudarme a Japón, muchos pensaron que no sabía lo que estaba haciendo. En mi caso, a un nivel más profundo, estaba totalmente seguro de la decisión. Me sentía bien. Estando allí, creé una empresa japonesa de Internet, que fue el resultado de una comprensión intuitiva informada».
La intuición es la herramienta más poderosa del empresario. Ofrece dirección y claridad en todo momento y lo único que hay que hacer es escucharla. Las investigaciones psicológicas avalan su eficacia.
Ya en 1994, una encuesta realizada por Jagdish Parikh -un estudiante de la Harvard Business School- a 1.300 directivos de nueve países reveló que los encuestados afirmaban utilizar sus habilidades intuitivas tanto como sus capacidades analíticas, pero atribuían el 80% de sus éxitos al instinto. Una encuesta mundial más reciente, realizada por Geckoboard y Econsultancy en febrero de 2013 entre 368 startups, también destacó la importancia de la intuición. Su conclusión fue que la intuición sigue siendo muy valorada en la toma de decisiones, y solo el 27% de los encuestados cree que los datos son cruciales a la hora de tomar decisiones.
La intuición más la ejecución es un cóctel poderoso. Muchos empresarios comparten mi opinión de que puede tener un efecto dramático en sus resultados. Desde luego, puedes esperar un ROI, un retorno de la intuición.