Empresas en dificultades: tal vez sea el momento de llamar a los expertos en recuperación
Nadie se lanza a los negocios para fracasar. Se necesitan innumerables horas de trabajo duro y dedicación para hacer realidad esa idea que has esbozado en el reverso de un sobre. Los días largos, las noches más largas y la ausencia de fines de semana libres son el pan de cada día. Con toda la sangre, el sudor y las lágrimas que conlleva (normalmente derramadas en las reuniones con el banco) el éxito, y mucho, es el objetivo final de los empresarios.
Pero a veces, a pesar de todos los esfuerzos, una empresa puede tener problemas, incluso si ha tenido un periodo de éxito y rentabilidad. No hay más que echar un vistazo a las noticias para ver los detalles de otra gran empresa que quiebra, que entra en concurso de acreedores o que, en general, tiene problemas en el precario clima económico actual. Y recuerde que se calcula que aproximadamente un tercio de las nuevas empresas fracasan en su primer año.
Si su empresa está en dificultades, puede resultar tentador cerrar las escotillas y esperar que pueda capear el temporal, o simplemente decidir que lo va a dejar todo. Ninguna de las dos opciones es realmente viable. En su lugar, merece la pena considerar la posibilidad de contratar los servicios de una empresa que ofrezca soluciones de recuperación de empresas. A menudo, un par (o pares) de ojos nuevos pueden ayudarle a identificar lo que va mal y dónde hay que mejorar.
¿Qué puede esperar exactamente si decide gastar en un programa profesional de recuperación de empresas? La primera fase consistirá en una investigación en profundidad de la situación financiera y operativa de su empresa. A algunas personas esto les resulta difícil de soportar, sobre todo cuando la dirección está bajo escrutinio. Recuerde que una empresa fuerte comienza con una gestión fuerte y que cualquier crítica que surja no es personal, sino que simplemente está dirigida a fortalecer su empresa.
Una vez completada la revisión del rendimiento, usted y la empresa que le ayuda tendrán una idea mucho más clara de dónde van las cosas mal y qué tipo de medidas hay que tomar. Esto nos lleva a la segunda etapa: la formulación de la estrategia.
Una buena empresa de recuperación e insolvencia se sentará con los propietarios de la empresa, la dirección, el personal y los accionistas y comenzará el proceso de elaboración de una estrategia de recuperación que sea práctica y sostenible. Esto podría implicar la puesta en marcha de programas de formación para el personal, la reasignación de funciones o quizás la reestructuración de la dirección. A menudo, puede ser necesario contratar a un gestor interino para que ayude en esta transición mientras el equipo directivo actual recibe la ayuda que necesita.
Además de ocuparse de las cuestiones relacionadas con el personal, la empresa también debe analizar sus finanzas y poner de relieve los aspectos que deben abordarse. Puede ser que tenga activos no utilizados o infrautilizados que deban liberarse, o que sus gastos en algunos servicios sean demasiado elevados. Hay que solucionar cualquier problema de liquidez para que la empresa sea eficiente y rentable.
Por último, un buen servicio de recuperación de empresas debe ayudar también a poner en práctica su estrategia. Esto puede abarcar desde la ayuda sobre el terreno con la dirección y el personal, hasta la ayuda en las negociaciones con prestamistas y acreedores.
Si su empresa tiene problemas, no se quede con la boca abierta. Es probable que las cosas no mejoren por sí solas, y buscar el asesoramiento y la ayuda de una empresa profesional de recuperación de empresas podría ser la diferencia entre un negocio que funciona y uno que fracasa.